junio 06, 2006

Editorial








"[...] La boruca que venía de allá abajo se salía a cada rato de la barranca y nos sacudía el cuerpo para que no nos durmiéramos. Y aunque queríamos oír parando bien la oreja, sólo nos llegaba la boruca: un remolino de murmullos, como si se estuviera oyendo de muy lejos el rumor que hacen las carretas al pasar por un callejón pedregoso..."
El llano en llamas, Juan Rulfo
La boruca es el grito de guerra final que lanzan los hombres cuando ya no hay más tiempo, cuando el enfrentamiento es inminente, cuando el miedo se apodera de sus cuerpos, cuando saben que la guerra es actual, real. Y es éste grito, la boruca, la que exhala el miedo e inhala valor. Una palabra muy mexicana que fascinaba a Rulfo. Y es precisamente con este grito que, los diriguimos éste proyecto editorial, nos sentimos identificados. Boruca nace en octubre de 2005 con la esperanza de contribuir, sin vanidad, a la formación con información de jóvenes universitarios --que como nosotros-- tenemos ideas, emociones, ambiciones, expresiones artísticas, apreciaciones estéticas, sensibilidad poética, motivaciones, inconformidades, grados de disidencia, de rebeldía, de deseos sustentados en la pasión y la razón.
Es necesario informarnos para defender en lo que creemos, descartar de una vez la indiferencia que hemos dicho y ejemplificado hasta sus últimas consecuencias. No seguir manteniendo contacto con lo inerte, con lo hueco, con lo inmóvil, con lo inhabitado. Expresar que aún nos intriga la pasión de conocer y el delirio de esperar.
Creemos en la calidad literaria y la claridad intelectual, en la libertad política y la democracia, en la justicia, la igualdad, creemos fervientemente en la defensa de los derechos humanos y en la lucha contra el prejuicio y contra los autoritarismos de derecha e izquierda. Es sobre éstos valores que fincaremos mes a mes nuestro proyecto.
En Boruca ejerceremos la crítica (y la autocrítica) cultural, literaria y política sin complacencias: fundamentada, imaginativa y razonada. Ésta revista no es en el fondo más que una conversación. Hoy comienza la nuestra contigo. Pero una conversación no es un monólogo. Para que éstas letras y éstas ideas vivan, crezcan e iluminen te necesitamos a tí. Para que se convierta en una verdadera boruca. Vivir el hoy, pero nunca saciarnos del ayer.

Esperamos tus colaboraciones o reflexiones.
No olvides tu nombre, licenciatura, plantel y universidad.
Buzón electrónico: boruca_revista@yahoo.com.mx

Sólo te llevo en el desierto



Por Gustavo Armando Santos Álvarez*

Sólo te llevo en el desierto, entre los silbidos llenos de tu dulce matiz rodeándome de desvelos. Así clavas las uñas formando circunferencias, confiándome en las barricas de caoba de tus ojos. De perpetuidades en sus roses con tu piel de durazno, la cual mis labios pelan y humedecen, ahí es donde me siento seguro, cuando tu aliento llega a mi oreja, cuando tus brazos rodean mi cuello, donde imagino ese hermoso holograma distante, no estas, solo esta tu fotografía.

De esta maldita impotencia que percibo mientras la vida se me va y el corazón se desmorona, temeroso estoy del día en que me vaya. El costo de mis impulsos me deja aquí con mi sufrimiento. Haciendo temblar el espacio cuando apareces acompañada en la cama sonriente y tentativa, ¡Hay Fátima si supieras! Las sorpresas y emociones que dejo guardadas y a veces congeladas, porque me niego a dejarlas desaparecer, de sentirlas, en este universo estúpido en el que a veces dejo la puerta abierta.

*Alumno egresado de la licenciatura en Comunicación.

junio 02, 2006

Tierra de guerreros







Por José Víctor Rodríguez Nájera*

Es una lástima que el presidente de la República (y sus asesores) aún no haya terminado de entender que tiene la oportunidad de pasar a la historia como un hombre ejemplar y un mandatario digno, a tan solo 180 días para entregar el cargo a su relevo.

Basta recordar el peso del poder que dejó caer hacia los pobladores de Atenco. La brutalidad que la que los policías estatales y municipales (operados y manipulados por agentes federales) dejaron ir en contra de los líderes de movimientos sociales y en sí, contra su población civil.

De este hecho de desprenden los abusos sexuales que los guardianes del orden presuntamente cometieron contra algunas de las mujeres que fueron detenidas en estos hechos. O el caso de extranjeros que se encontraron y detuvieron en el lugar, por el hecho de intentar observar los atropellos ante grabadoras o cámaras para ocuparlas más tarde en proyectos de divulgación científica, incluso ante el mismo gobierno federal.

O el caso de obreros mineros que protestaban en el estado de Michoacán por la imposición de un líder sindical de parte de las autoridades de la Secretaría del Trabajo, concretamente del gobierno Federal y que terminó en una gran batalla entre los manifestantes y policías federales.

Ambos casos evidencian la falta de tacto y preparación de nuestras autoridades policíacas, pero también, un nivel de autoritarismo extremo, como los que vivió la población universitaria mexicana en 1968, es decir, un “te callas, te aguantas y te chingas”, máxime cuando en los sucesos recientes perdieron la vida cuatro personas.

Compañero universitario, será posible que los dos ejemplos casos ejemplifiquen un gobierno autoritario, concretamente con rasgos fascistas. Habrá que recordar que en la Segunda Guerra Mundial quienes recibieron este tipo de sometimientos fue el pueblo Judío.

No pretendo describir que ante situaciones difíciles el Estado intente mediar con flores, sin embargo, hay que tener prudencia contra la población, debido a que las familias que perdieron a un familiar no lo podrán recuperar, incluso para aquellos que recibieron con mayor brutalidad golpes (entre ellos un compañero estudiante de la UNAM y habitante de Atenco y que permanece en estado de coma).

Entiendo que estos rasgos fascistas se mezclan con la evidente sociedad secreta del Yunque, que intenta, erróneamente y a toda costa, eliminar brotes de manifestaciones sociales, como sea, con tal de mirar a la elección federal del próximo mes, con el objetivo preciso de posicionar a Felipe Calderón como la única alternativa posible de la supuesta continuidad del "gobierno del cambio".

Empero, la sociedad intelectual repudia éstos hechos, y más, estas expresiones agresivas en pleno siglo XXI. De qué serviría acudir a la Universidad Nacional Autónoma de México si dejamos pasar actos tan cobardes como a los que me refiero. !No pasarán..! diría José Emilio Pacheco.

Señor Vicente Fox, dejaste pasar la oportunidad de mostrarle al mundo, pero principalmente al pueblo mexicano, el ancho de la sociedad, la prole, el pueblo, la banda, el barrio, que pudiste pasar a la historia como un presidente ejemplar. Pero no, pasarás irremediablemente como un presidente inculto, inútil, mentiroso, represor, oportunista y traidor a los intereses del pueblo de México, el mismo que fue engañado a través de la imágen, una falsa y triste imágen de la realidad.

*Alumno de la licenciatura en Comunicación.

Una mujer









Eme aquí señor, viviendo como hombre,

Siendo tan ruda y hostil como suelen ser ellos,

No me han dejado otra salida, más que la de fingir,

Sí, fingir ser hombre, siendo toda una mujer.

Han disparado palabras con abuso de confianza,

Han ultrajado mi nombre por no tener la suficiente calma,

Han tratado de menospreciarme por quedarme callada,

Han ido y venido por la ruta como gatos a obscuras.

Tengo dos manos, dos piernas y un par que adoran,

Tengo un estilo, una imagen y una mirada que añoran,

Tengo la fuerza, el temple y la seguridad que ignoran,

Y tengo desde luego la inteligencia que a muchos exhorta.

Puedo ser cruel cuando me plazca,

Puedo ser hembra cuando la sangre me falta,

Puedo ser tierna y sensible cuando lo necesitas,

Y puedo ser quien tú quieras, siempre y cuando me creas.

Soy mujer porque la suerte estuvo de mi lado,

Soy mujer porque solo yo debo tener ese encanto,

Soy mujer porque un hombre no soportaría el cargo,

Y soy mujer porque valgo más que cualquier tesoro preciado.

Niégalo y dime que no soportas mi engaño,

Niégalo y dime que nunca te he importado,

Niégalo y dime que nunca me has abandonado,

Niégalo y dime cuantas veces te he fallado.

Hombre te dices por tu rudeza y cautela,

Hombre te llaman por tu circunstancial fuerza,

Hombre te gritan porque te temen y mientes,

Hombre te dices libre, pero no has dejado de quererme.

Me dices mujer porque lloro sin pena,

Me dices mujer, cuando deseas más de lo que esperas,

Me dices mujer, para, no obtendrás tus metas,

Me dices mujer, porque no sabes si te responderé.

Y soy mujer ante ti,

Y soy mujer atrás de ti,

Y soy mujer a lado de ti,

Y soy más hombre que mujer.

Los pilares del encierro







Cerbero, fiera cruel y monstruosa, ladra con sus tres fauces de perro contra los condenados que están allí sumergidos. Tiene los ojos rojos, los pelos negros y cerdosos, el vientre ancho y las patas guarnecidas de uñas que clava en los espíritus, les desgarra la piel y los descuartiza. La lluvia los hace aullar como perros; los miserables condenados forman entre sí una muralla con sus costados y se revuelven sin cesar.

(Dante Alighieri. La Divina Comedia. Infierno, Canto VI)


Por Renato Ortíz*


Cerbero toma forma a partir de tejidos y órganos como los siguientes: “Dinero”, “deber ser”, “miedo”, “religión”, Principales estructuras presentes en la lógica de la vida en el encierro.

El dinero estructura, instituye ciertos modos de subjetividad, incidiendo directamente sobre el cuerpo del sujeto de la práctica de la reclusión, ya sea en su nutrición, donde la diferencia de percepción económica hará que existan jerarquías entre los internos, la cantidad de dinero permitirá a unos ejercer su vida sexual de un modo más satisfactorio que otros, entonces el dinero incide en la intimidad, en lo cotidiano.

Pagar uno o dos pesos para “la lista”, para los custodios, pagar protección, “chambear para poder comer algo mejor, aunque sean sólo huevos”, dormir acostado también tiene un costo. El dinero es el factor que circula creando necesidades, y desde estas necesidades actuará el poder como tecnología que regulará la conducta, modificará la subjetividad y hará a los sujetos resignificar su vivencia cotidiana con el valor del dinero, resignificarán el trabajo que producen con el esfuerzo de sus cuerpos en el cautiverio, habrá un intercambio constante para resguardar al cuerpo de los embates continuos del hambre, de la seguridad momentánea, posibilitar la comunicación con la familia y muchas otras necesidades que origina una institución como esta.

Es necesario observar la institución de reclusión, para comprender que estas relaciones existen de una manera totalizante a través de los muros, las celdas, la vigilancia, no sólo de los custodios, sino también de una vigilancia que se ejerce de uno a otro, a la espera del descuido para obtener algún beneficio económico, ampliando el concepto de económico al campo libidinal, desde las pulsiones de conservación, siempre vividas desde la mirada asechante de la muerte. El sometimiento actúa desde la aparición de la violencia ejercida desde y por la institución de reclusión.

La normatividad interna construye un “deber ser” del sujeto que se encuentra recluido, hay reglas que no deben romperse, no deben transgredirse, o se pagará con el precio de otro castigo, castigo que ahora proviene del grupo, castigo que incidirá sobre el cuerpo del sujeto que ha hablado de más (la borrega), y ¿con quien ha hablado de más?, con un representante de la autoridad.

Ante estos acontecimientos que conforman el vivir cotidiano, surge un emergente: el miedo como operador y como tecnología para producir sujetos del sometimiento, funcionales al sistema penitenciario, actuando desde el mandato de sobrevivir. Pero miedo ¿a qué?, al sufrimiento, al hambre, a la realidad violenta, al destierro del grupo a otro lugar: la soledad aparejada con la muerte, o la muerte misma en una punta (Instrumento punzo-cortante) entre el asaltante y su víctima.

Por otro lado, la religión y las prácticas derivadas de esta vieja institución, dotan a los sujetos de apoyos imaginarios que servirán para protegerse de la violencia cotidiana en cautiverio. El miedo, el trabajo, la muerte, el abismo, son dotados de sentido a partir de prácticas y creencias religiosas o supersticiosas.

*Alumno egresado de la licenciatura en Psicología de la UAM-Xochimilco

Ley Televisa
















Ley federal de Radio Y Televisión y de Telecomunicaciones, (Peyorativamente) llamada “Ley Televisa”.

Por Javier Valero*

Esta es una síntesis de La Ley de Radio y Televisión y de Telecomunicaciones, haciendo hincapié de que no es todo y la información sobre la ley se sigue generando, debe ser del interés de comunicólogos, sociólogos, abogados, politólogos, historiadores, filósofos y aquellos que se vean perjudicados y agredidos por las decisiones de los diputados y senadores que elegimos y ahora sólo aplican leyes a favor de ellos y las televisoras líderes en nuestro país.

Esto es un llamado a que todo aquel que en verdad sienta que es universitario lo demuestre, informándose de los problemas que aquejan a nuestro país y, así, actúen en consecuencia de la información que obtengan. Les recuerdo a los lectores de este articulo, que ésta información que leerán, no la encontrarán ni en la televisión, ni en Radio y sólo algunos periódicos y revistas le ceden algún espacio, lo más importante es que compañero “Universitario, analices y critiques también tus fuentes de consulta” ya que la información sufre una manipulación que al final pierde credibilidad. ¡Si la información no llega, búscala!

Antecedentes: ¿Por qué no cambio la Ley de Radio y televisión en 46 años?

Tal como ahora, la Ley fue elaborada en 1960 por los empresarios de la televisión y desde 1980 a la fecha, diversas instancias han intentado cambiarla, encontrándose con la oposición férrea de los empresarios que se han opuesto y presionado al gobierno Federal para que no se hicieran modificaciones.

Los artículos constitucionales 6º y 7º que hablan sobre la libertad de expresión y el derecho a la información han sido objeto de movilización social, pugnando por leyes reglamentarias que garanticen plenamente el ejercicio de estos derechos. En 1980 hubo intentos en la Cámara de Diputados por cambiar la Ley de Radio y Televisión, y en 1997 se propuso una ley de comunicación social a la que se conoció como " Ley Mordaza", en ambos casos, los medios comerciales se opusieron y presionaron para evitarla.

En el 2001 más de mil 200 organizaciones pidieron al presidente Vicente Fox cambiar la ley, por lo que en el 2001 se instaló la Mesa de Diálogo para la Reforma Integral de los Medios de Comunicación en la que durante ocho meses, participaron organizaciones sociales, partidos políticos, legisladores, medios comerciales, medios de Estado y gobierno, no obstante, el presidente Fox haciendo caso omiso de este intenso proceso de diálogo, acordó de manera bilateral con los dueños privados de los medios, cambiar sólo el reglamento de la Ley a través de un decreto el llamado "decretazo" a través del cuál, redujo los tiempos que tienen que pagar los medios privados al Estado mexicano por explotar un bien de la nación como lo es el espectro radioeléctrico.

¿Por qué se le conoce como “Ley Televisa”?

Porque Javier Tejado Dondé, abogado de Televisa, es el autor y operador de la recientemente aprobada Ley de Radio y Televisión. Es conocido que Tejado Dondé impulsó esta Ley para su aprobación junto con su ex trabajador Javier Orozco (diputado por el partido verde ecologista y presidente de la Comisión de Radio Televisión y Cinematografía en la Cámara de Diputados).


El problema

Desde 2002 cuando se dio el “decretazo”, las organizaciones sociales entregaron al Senado una propuesta de Reforma Integral de la Ley. Durante dos años se trabajo en el Senado para tener una Ley sobre esa propuesta, la cual siempre fue parada por los Senadores y finalmente congelada por presiones de los cabilderos a favor de Televisa.

Repentinamente, la Cámara de Diputados el --1º de diciembre-- aprobó la propuesta reforma a la Ley de Radio y Televisión y la Ley de Telecomunicaciones para incluir el tema de nuevas tecnologías. Los diputados la aprobaron en siete minutos, ahora confirman que ni siquiera la leyeron. Lo cierto es que, se filtró a la prensa que hubo una negociación con los principales candidatos a la Presidencia de la Republica para que aprobarán la Ley a cambio de que Televisa diera mejores tarifas y cobertura a sus campañas.

El mismo diciembre de 2005 hubo intentos de los Senadores para aprobarla la Ley, pero el gran rechazo público los obligó a detenerse y abrir un periodo de consultas, ante la presión de muchas instituciones, organizaciones, medios de comunicación y especialistas en el tema. Así, en febrero de 2006, al inicio del periodo de sesiones, llamaron a 56 organizaciones, instituciones y expertos a ofrecer su opinión; de los convocados sólo 12 directamente ligados a Televisa defendieron la minuta.

Se publicaron desplegados en la prensa en contra de la Ley. Los principales columnistas de periódicos externaron su opinión, también en contra, incluso los Senadores aceptaron que la Ley estaba mal y justificaron su posición a favor, argumentando que “es mejor que la que tenemos”.

El 21 de marzo, de manera sorpresiva la Comisión de Comunicaciones y Transportes se reunió para aprobar la Ley en lo que se esperaba como un “albazo”, sin embargo, la presión de los medios públicos, comunitarios, organizaciones sociales y sindicales que nos manifestamos fuera de sus oficinas, les obligó a suspender la reunión.

Trascendió que Josefina Vázquez Mota habló con Felipe Calderón sobre la necesidad de aprobar la Ley para “remontar” la campaña por lo que el presidente del PAN dio línea a todos los senadores para que aprobaran la Ley y de esta manera unirse a la negociación que ya había hecho Roberto Madrazo en el mismo sentido. No obstante, algunos senadores del PAN y del PRI decidieron estar en contra de la línea de sus partidos.

Como nunca antes en nuestro país, el día de la aprobación del dictamen, (28 de marzo) medios públicos y comunitarios, sindicatos, organizaciones sociales, ciudadanos, universitarios y líderes de opinión, hicieron una concentración fuera del recinto legislativo para exigir a los Senadores que no aprobaran la minuta de la Ley. Después de seis horas de discusión, 81 senadores votaron a favor de la Ley, 40 en contra y 4 su abstuvieron.

Llamó la atención que sólo ocho Senadores subieron a la tribuna para defender la Ley y los demás, sólo alzaron la mano para cumplir la línea de sus partidos.

Finalmente, queda claro que ganó el poder fáctico de Televisa, con la promesa que hicieran al PRI Y PAN de levantar sus campañas. Se evidenció de inmediato este hecho cuando solo un día después de aprobada la ley de Radio y Televisión, Televisa difundía que López Obrador ya había perdido dos puntos frente a Felipe Calderón.

Las fallas de la Ley aprobada

No reconoce a los medios públicos, ni a los comunitarios, ni les da oportunidades de financiamiento, por lo que no tendrán recursos para la convergencia tecnológica, que es millonaria, y los condena a desaparecer en unos años; dejando sin servicio a comunidades indígenas, campesinas y urbanas marginales. Desparecería todos los medios educativos y de uso social. Se contraviene el artículo 2º constitucional que dice: “que los pueblos indígenas tienen derecho a operar sus propios medios de comunicación”.

No obliga a los medios privados concesionados a pagar al Estado dinero por explotar un bien de la nación con el uso de las nuevas frecuencias por cambio tecnológico, con ello el Estado estará regalando cerca de 70 mil millones de dólares a Televisa y TV Azteca.

La ley actual dice la que la radiodifusión es de interés público, la Ley aprobada olvida esta definición y sólo la deja como transmisión de señales, con ello se omite toda la función social de los medios.

El principal criterio de la licitación es la subasta ascendente, esto es darle la frecuencia al mejor postor, y esos serán sólo los grupos económicos más poderosos, por ello favorece los monopolios, contraviniendo el artículo 28 de nuestra constitución que prohíbe los monopolios. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha dicho que os monopolios en medios de comunicación atentan contra la democracia, porque solo ofrecen una oferta de información y niega el derecho a la información.

Propone un supuesto órgano regulador que será “autónomo”, pero no es cierto pues no le da facultades para operar, y además, no pone ningún candado para que los que vayan a ser comisionados no estén directamente trabajando en los medios privados o en otras áreas directamente relacionadas, con ello le quita la rectoría al Estado sobre un bien nacional contraviniendo el artículo 27 constitucional que dice: que “el espectro es un bien nacional”. Estos comisionados podrán estar hasta por 16 años en el puesto, así que ahora Televisa pude asegurar a su gente ahí presidente tras presidente, sin que pueda meter las manos.

La Cofeco, el IFE, la Cofetel, la CDI reconocen que esta Ley fomenta el monopolio y que omite la función social de los medios además de no tomar en cuenta ninguna de sus observaciones.

Por ultimo, el jueves 4 de mayo, los Senadores entregaron la acción de inconstitucionalidad a la Suprema Corte de Justicia. Esta fue la ultima acción que se puede hacer para echar abajo esta Ley, ahora, tenemos que soportar la telé-basura de las empresas Televisa y TV Azteca por lo menos durante 16 años, esto significaría un retroceso a la libre expresión, a la educación, a la cultura y todas las repercusiones que puede tener el hecho de crecer con unos medios manipulados por los dupolios televisivos de la mano del próximo presidente de México sea quien sea.

Partir del Tercio



















Por Everest Landa*




Hay que pasar una gran tienda, cruzar una avenida, unos cuantos pasos más, doblar la esquina y allí está.

La recepción es discreta, misteriosamente sucia, una cortina que separa al “Tercio” del exterior, es de un negro desértico. En cuanto es abierta, se desparraman el vocerío y el riserío; entonces las vampirescas miradas se lanzan como estacas; por un instante.

Se tiene que buscar un lugar sobre las vigas o el cemento que hacen de bancas. Uno de los visitantes hará la vaca que muge por cebada y la pedirá en la puerta que da al interior de la casa de “La doña”, la patrona. Llegadas las caguamas empieza a vivirse el “Tercio”.

La conversación caerá como el líquido ámbar-burbujearte por la garganta o el ámbar-cálido por el mingitorio aislado de la “sala de estar” por otra cortina, aunque ésta destaca por indiscreta. Parece que no hay música, pero se reviven melodías a ratos y cada grupo tiene su propia música, su propio ritmo. Aún así, hay como un oleaje entre todos los gritos, un vaivén ronco y una cresta aguda de alguna mujer a la que se le ha chorreado la cerveza sobre el pantalón.

Como en cualquier tugurio, el serio deja de serlo; el alegre hace show. Los camaradas ríen, alegan, se mofan de todos, de todo, de sí. En ese punto es donde el “Tercio” es distinto a muchos de su especie, es un verdadero centro de disertación filosófica-existencial-alcohólica. Andan en boca Platón y Marx, Cortázar y el tiempo, el chisme de la semana y un desamor, las clases de la FES y el futuro, la cerveza y la cerveza.

Lleva ese nombre desde tiempos legendarios, resulta de una construcción popular, una deformación del término Tercer mundo. Porque el “Tercio” es el tercer mundo en un cuarto de siete por siete, es sombrío y cálido, triste como gaviota, azaroso como truhán en callejón, licencioso como señorita; grita para dentro, hacia el estómago; se llora con las manos en la cara; se lamenta y enorgullece de no ser otro; aloja a todos por igual; en gran medida es una gran puta.

Pero también es puerto. Las mercancías, como los viajeros, tienen que llegar a él para cruzar el mar. Los viajeros que van “Tercio” han de partir lejos, tienen que ir hasta allí para izar las velas de la charla, dejar que el viento amargo de una Indio o Viky los lleven allende la tristeza, virar una y otra vez entre tanto amigo, sentir la brisa de una tormenta que nunca llega, mirar por el astrolabio los recuerdos jugosos como naranjas, navegar y navegar y navegar y navegar. Luego, entre sus piernas de miseria vendrá el naufragio.

*Alumno egresado de la licenciatura en Comunicación.

FES Acatlán/UNAM

everest_landa@yahoo.com.mx

Inconformismo de (la) comunicación



Nada piden los estudiantes que no sea de alguna manera

una nueva definición del hombre y la sociedad;

y lo piden en la única forma en que es posible

pedirlo en este momento, sin reivindicaciones parciales,

sin nuevos esquemas que pretendan sustituir a los vigentes.


Homenaje a una torre de fuego; Julio Cortázar.

La libertad ajena amplía mi libertad hasta el infinito.

Bakunin.



Por Alumnos de la preespecialidad de Investigación y Docencia, licenciatura de Comunicación.

Con éstas líneas pretendemos cumplir dos objetivos básicos, el primero: informar y el segundo: invitar.

Comunicamos que se plantea cerrar la preespecialidad de Investigación y Docencia del turno vespertino, como una medida administrativa necesaria ante la poca convocatoria que obtuvo la elección de preespecailidades realizada por los alumnos de sexto semestre de la licenciatura de comunicación, debido a que cuenta con el registro de tres alumnos; problema que consideramos producto de la falta de divulgación y difusión (incluye tanto al área administrativa, en su responsabilidad institucional, como a los docentes y a los estudiantes en su responsabilidad social).

Uno de los principales argumentos esgrimidos por el sector administrativo describe la falta de recursos y el desperdicio de éstos al abrir dicha pre especialidad para sólo tres alumnos. Sin embrago, cabe resaltar que el presupuesto para ello ya esta contemplado, por lo que no sería un gasto, por el contrario, una inversión. La administración escolar universitaria exige como mínimo de integrantes a ocho personas.

El 19 de mayo se llevó a cabo una junta entre los aspirantes a la preespecialidad y la planta docente. La meta primordial de la reunión fue conseguir que varios de los alumnos del turno matutino se solidarizaran con los de la tarde y algunos de ellos decidieran cambiarse de turno para que no se cerrara la preespecialidad. En dicha reunión, cinco compañeros se solidarizaron y comprometieron de primera instancia ante los profesores, sin embargo, uno de ellos tiene problemas académicos que le impiden acceder a la inscripción para séptimo semestre y una de las compañeras repensó su situación y decidió no hacer el cambio; esto deja un total de seis alumnos, dato que según la coordinación hace imposible la apertura de la pre especialidad, sin embrago cabe mencionar que las dos generaciones anteriores se han abierto con seis personas o menos.

Por otra parte, cabe mencionar que el 18 de mayo los estudiantes de la pre especialidad elaboraron un documento dirigido a la maestra Raquel Abrego, Jefe del programa de periodismo y comunicación colectiva, donde se hizo constar la inconformidad ante el cierre de la preespecialidad. Tras recibir el documento, el 19 de mayo, la maestra expresó lo siguiente:

Primero: “que la administración no es la que cierra la preespecialidad sino que son los alumnos quienes son factor determinante en ello.” Segundo: señaló que el dato de que más del 50 por ciento de la planta docente de la licenciatura ha egresado de Investigación y Docencia es falso.

Tercero: indicó que en ningún momento se violentó el derecho a elegir de los estudiantes; lo anterior es importante mencionarlo aquí puesto que es necesario respetar el derecho a la replica, ya que de no hacerlo seríamos inconsecuentes con nosotros mismos, sin embargo, quedan varias preguntas al aire ¿Al cerrar la preespecialidad no cortan opciones y posibilidades para los alumnos? y esto ¿no afecta sus condiciones de vida, y por ende, su desempeño académico? ¿De no abrirse la preespecialidad no se sienta un precedente importante para que se dificulte mucho más el desarrollo de su poder de convocatoria en futuras generaciones? ¿Qué pasará si en el futuro el nivel de convocatoria de otras preespecialidades decae, también se les suprimirá?

Sobre esto último baste recordar que en este semestre el numero de personas inscritas en Periodismo Escrito bajó al igual que el de Medios Electrónicos.

Acciones:

Es por todo lo anterior que les hacemos la invitación para solidarizarse con esta causa. Lanzamos desde dos frentes, el primero tendría que ver con ejercicio y la puesta en practica de la “comunicación” como una herramienta esencial para organizarse, mejor dicho autoorgarnizarse y hacerle frente a esta situación ya que –y esto debe quedar muy claro– lo que sucede ahora de este lado puede suceder en cualquiera de las otras preespecialidades; por otra parte cabe destacar, y como se ha venido mencionado antes, la afectación que se haría si se cierra dicho campo del aprendizaje no sólo sería a nivel local, estatal o nacional sino en el ámbito internacional, ya que es la única preespecialidad en su tipo a nivel Latinoamérica.

El segundo frente tendría que ver con la trascendencia histórica (y quizá esto suene risorio debido a que por lo general no nos asumimos como sujetos, entes e individuos históricos ) ya que se puede argumentar que esto no sólo depende de la situación escolar sino que forma parte de todo un contexto socioeconómico a nivel mundial que incide en el pensamiento de los jóvenes para elegir áreas de conocimiento que repercutan en su situación laboral al egresar de la licenciatura (es decir, pensar que no hay campo laboral para investigación y docencia), este argumento es bastante serio y si lo aunamos a la falta de divulgación y difusión de la que adolece la preespecialidad pues esto explota en situaciones como la actual.

Sin embargo al reflexionarlo podemos entender y asimilar que en efecto esto tenga que ver con un proceso causal no obstante apelamos y abogamos al valor del Ser Humano como algo más que producto de relaciones causales, si bien es cierto que la Historia determina al Ser humano, también es cierto que es éste quien la escribe como dirían por ahí, “El hombre es demasiado importante para ser considerado como producto de causas históricas”, es decir: las cosas se pueden cambiar siempre y cuando lo decidamos y nos organicemos para hacerlo, de tal forma que si nos dicen que es imposible abrir una preespecialidad con seis alumnos (cosa que ya sucedió) pues nosotros los invitamos a pensar que lo imposible es tan sólo lo necesario.

¿Hasta cuándo soportas México?










Por Luis Alberto Perdomo




La verdad es que no entiendo cómo una nación tan grande y con tantos recursos, sigue ignorando la doble intención de los “Americanos” en materia de seguridad fronteriza.

Hace un buen tiempo viene haciendo escándalo la noticia del famoso e incongruente muro que las autoridades Estadounidenses pretenden erigir para “controlar” la entrada de ilegales a su territorio. Para iniciar quisiera recordar algunos aspectos, en los cuales me baso, para calificar de ridícula la posición norteamericana.

Primero, quisiera evocar los problemas político-personales, en los cuales se vieron involucrados los presidentes de México y Venezuela, que llegaron al punto de minimizar las relaciones diplomáticas de ambas naciones, teóricamente hermanas; en éste punto cabe resaltar que el conflicto plantea el panorama de la siguiente manera: México como nación soberana y libre de expresión, defiende el famoso ”ALCA” propuesto por la primera potencia mundial, y que en general, beneficia en mayor parte a ésa misma nación; por el otro lado, tenemos a una Venezuela revolucionaria y totalmente opuesta a el ya mencionado tratado, motivo por el cual se inicua una serie de dimes y diretes entre los mandatarios de ambos países, dejando “muy en claro” la total simpatía del “pueblo” mexicano con la política exterior de la tierra del Tío Sam.

No mucho tiempo después de lo anterior, sorprende bastante, y en especial a la hermandad México-USA, la noticia de la “sabia” decisión de un muro, como solución al grave problema de la inmigración. Éste hecho, abochorna totalmente al gobierno Azteca, evidenciando la poca preocupación americana por la mencionada hermandad. Lo que hace pensar en la falta de agradecimiento gringo por la reciente, y tan sonada, solidaridad recibida.

Poco tiempo después, y nuevamente movido por los intereses que le conciernen sólo a la tierra de las barras y las estrellas, el presidente George W. Bush propuso reuniones con su homólogo Mexicano y además, como aderezo especial, incluyó en las negociaciones al Primer Ministro canadiense Stephen Harper, como si se tratase de un árbitro que nada tiene que ver en éste campo.

Recientemente, y según una encuesta aplicada a los habitantes de Norteamérica, se supo que el 69 por ciento rechaza el muro, y a la vez, éste mismo porcentaje acepta que los mexicanos benefician la economía de su país. Entonces con tantos indicios de error ¿Hasta cuándo el gobierno Mexicano va a ignorar el agravio a su dignidad? ¿No es éste acaso otro tipo de falta de respeto a la “dignidad del pueblo Mexicano” semejante a la proferida por el irreverente Hugo Chávez? Espero que finalmente, pueda haber conciencia para al fin recuperar la dignidad perdida de ésta honorable nación.

mayo 06, 2006

El Horror a la Revolucion


Ricardo Flores Magón. Diciembre 17 1910


No queremos luchas fratricidas, no queremos sangre, no queremos guerra, dicen los timoratos. Y hablan en seguida de los horrores de la matanza: la sangre corriendo en abundancia, la atmósfera cargada de espesos humos, el ruido ensordecedor de las armas de fuego; sangre, agonía, muerte, incendio. ¡Qué horror! ¡Qué horror! En verdad, compañeros, nada tiene de agradable el espectáculo que ofrece la guerra; pero la guerra es necesaria. Es necesaria la guerra cuando hay algo que se opone a la conquista del bienestar. Es horrible la guerra, cuesta muchas vidas, muchas lágrimas y muchos dolores; pero ¿qué decir de la paz? ¿Qué decir, compañeros, de la paz bajo el presente sistema de explotación capitalista y de barbarie gubernamental? ¿Garantiza siquiera la vida esta paz?Por horrible que sea la guerra, no sobrepasa en horror a la paz. La paz tiene sus víctimas, la paz es sombría; pero no porque la paz, por sí misma, sea mala, sino por el conjunto de circunstancias que la componen en la actualidad. Sin necesidad de que haya guerra, hay víctimas en tiempo de paz, y, según las estadisticas, las victimas en tiempo de paz son más numerosas que las víctimas en tiempo de guerra. Basta con leer todos los días los periódicos de información para convencerse de que es una verdad lo que digo. Ya es una mina que se desploma y aplasta a centenares o miles de trabajadores; o bien, un tren que descarrila y produce la muerte de los pasajeros; o un buque que se hunde y sepulta en el fondo del mar a muchas personas. La muerte espia al ser humano en todos los momentos de su existencia. El trabajador cae de los andamios y se despedaza el cuerpo. Otro, manejando una máquina, se corta un brazo, una pierna y queda mutilado o muere. El número de personas que mueren anualmente en virtud de catástrofes mineras, ferroviarias, marítimas y de otra naturaleza es verdaderamente alarmante. Los que mueren como consecuencia de incendios de teatros, hoteles y casas alcanzan una cifra desesperante cada año. Pero no es esto todo: las condiciones de insalubridad en que se efectúa el trabajo en lasfábricas y los talleres; lo fatigoso de las tareas; la incomodidad e insalubridad de las viviendas de los trabajadores -forzados a vivir en verdaderas zahúrdas-; la suciedad de los barrios obreros; la mala alimentación que el trabajador puede conseguir por los salarios miserables que gana; la adulteración de los artículos alimenticios; la inquietud en que vive el hombre de trabajo, que teme que, de un momento a otro no podrá llevar pan a la familia; y el disgusto que produce el hecho de encontrarse bajo la influencia del polizonte, bajo la influencia de leyes bárbaras dictadas por el estúpido egoísmo de las clases encumbradas, bajo la influencia de monigotes descerebrados que la hacen de autoridad; todo ello: insalubridad, mala alimentación, trabajo fatigoso, inquietud por el porvenir, disgusto del presente, minan la salud de las clases pobres, engendran enfermedades espantosas como la tisis, el tifo y otras que diezman a los desheredados y cuyos estragos alcanzan a todos: a hombres, a mujeres, ancianos y niños. Lo que no ocurre con la guerra, en la que es raro el caso del atropello a los ancianos, a las mujeres y a los niños, a no ser que se trate de un tirano bestial -como Porfirio Díaz-, para quien no hay en esta vida criatura respetable. El tigre hinca los colmillos indistintamente en las carnes de un viejo, de una mujer o de un niño. Todas estas calamidades, que sufre la humanidad en tiempo de paz, son el resultado de la impotencia del Gobierno y de la ley para hacer la felicidad de los pueblos por la sencilla razón de que tanto el Gobiemo como la ley no son otra cosa que los guardianes del Capital, y el Capital es nuestra cadena común. El Capital quiere ganancias y, por lo tanto, no se preocupa de la vida humana. El dueño de una mina no se preocupa porque el lugar del trabajo ofrezca riesgos para la vida de los obreros; no hace las obras necesarias para que el trabajo se efectúe en la mina en condiciones de seguridad que garanticen la vida de los mineros. Por eso se desploman las minas, ocurren explosiones, los obreros se desprenden de los elevadores y hay otros muchos siniestros. El capitalista tendría que ganar menos si protegiese la vida de sus operarios, y prefiere que éstos revienten en una catástrofe; que las viudas y los huérfanos perezcan de hambre o se prostituyan para poder vivir, a gastar algunas sumas en favor de los que con su trabajo lo enriquecen, de los que con su sacrificio lo hacen feliz. Igual cosa puede decirse de los desastres ferrocarrileros y marítimos. El mal material de que están construidos los barcos, los coches y las locomotoras, para obtener todo eso al menor costo posible, y el deterioro que se opera en ellos con el uso; el hecho de que las compañías tienen que usarlo todo hasta su máximum de duración para gastar menos, añadiéndose a todo esto el mal estado de las vías, que hay que componer lo menos posible para sacar mayores utilidades, hacen que la inseguridad sea efectiva e inminentes las catástrofes. La ganancia que quiere el Capital es, también, la causa de que el trabajo de las fábricas y talleres se haga en condiciones de insalubridad manifiesta. El capitalista tendría que gastar dinero para que las condiciones higiénicas de los lugares de trabajo fueran buenas, y es precisamente lo que no quiere. La salud y la vida de los trabajadores no entran en los cálculos de los capitalistas. Ganar dinero, no importa cómo, es la divisa de los señores burgueses. La miseria, por sí sola, es más horrible que la guerra, y causa más estragos que ella. El número de niños que mueren cada año es fabuloso; el número de tuberculosos que muere cada año, es, igualmente, admirable. Estos fallecimientos se deben a la miseria, y la miseria es el producto del sistema capitalista. ¿Por qué temer la guerra? Si se tiene que morir aplastado por la tiranía capitalista y gubernamental en tiempo de paz, ¿por qué no morir mejor combatiendo lo que nos aplasta? Es menos espantoso que se derrame sangre que conquistar la libertad y el bienestar, que continúe derramándose bajo el actual sistema político y social en provecho de nuestros explotadores y tiranos. Además, la guerra no produce tantas víctimas como la paz bajo el actual sistema. El número de personas que resultan muertas en una batalla o en un encuentro es reducidísimo en comparación con el número de hombres que han entrado en juego por ambas partes combatientes; y si fuera posible que toda una nación estuviese en revolución, si ese estado de guerra durase un año, al final de ese tiempo se vería que por las dificultades que había tenido el capitalismo para explotar a los trabajadores por hallarse la mayor parte de éstos con las armas en la mano, el número de defunciones había decrecido, o al menos había sido igual al de los años pasados en paz. Esto ha podido comprobarse en países que han estado en revolución. Los trabajos se suspenden por el estado de guerra; los trabajadores cambian el malsano género de vida de la fábrica, del taller o de la mina, por la vida sana al aire libre, comiendo carne en abundancia, haciendo saludable ejercicio y, sobre todo, teniendo reanimado el espíritu con la esperanza de cambiar de condición, o simplemente satisfechos de levantar el rostro y de sentirse libres enfrente de sus amos espantados. Es mejor morir atravesado por una bala defendiendo su derecho y el bienestar de sus hermanos, que perecer aplastado, como un gusano, bajo los escombros de la mina, o triturado por la maquinaria, o en una agonía penosa y lenta en un rincón de la negra covacha.Gritemos con todas nuestras fuerzas: ¡Viva la Revolución! ¡Muera la paz capitalista! (De Regeneración, 17 de diciembre de 1910).

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